viernes, 27 de abril de 2012

Reseña: Lucio Anneo Séneca


Lucio Anneo Séneca

     Lucio Anneo Séneca, también llamado Séneca el Joven, tiene varias fechas posibles para su nacimiento: los años 1,4 y 5 d. C., se cree que nació en la ciudad de Corduba, actual Córdoba, aunque no hay ningún documento que afirme esta suposición, se suicido en el año 65, para evitar la crueldad de Nerón, su pupilo, tras haber sido acusado por estar implicado en la conjura de Pisón contra Nerón y a causa de ello ser sentenciado a muerte.

     Séneca pasó los primeros años de su vida en Roma con la hermanastra de su madre, su tía Marcia. Durante ese tiempo estudio retorica y fue introducido al estoicismo por el filósofo Átalo.
     En el año 16 d.C. el esposo de su tía Marcia fue nombrado gobernador de Egipto; Séneca los acompaño a Alejandría, ahí obtuvo nociones de finanzas y administración, estudio geografía y etnografía de la India y Egipto, también ahí desarrollo interés por las Ciencias Naturales.
     En el año 31, Séneca, volvió a Roma donde fue nombrado Cuestor, rápidamente destaco como orador y escritor; y para el año 37, cuando el emperador Calígula sucedió a Tiberio, ya era el principal orador del senado, con su puesto levanto envidia y celos en el nuevo Cesar, el cual, ordeno su ejecución. Dicha sentencia fue retirada, ya que una mujer muy próxima el círculo íntimo de Calígula, afirmo que Séneca padecía de tuberculosis y que muy pronto moriría, sin embargo Séneca se retiro de la vía pública.
     En el año 41, Lucio seguía siendo una persona significativa en el estamento político romano, fue nuevamente condenado a muerte, conmutado por el destierro a Córcega, aunque las causas de la condenan se desconocen. Su destierro duró hasta el año 49 cuando la nueva esposa de Claudio: Agripina, consiguió para él el perdón imperial. Agripina queriendo conseguir popularidad para la familia imperial, nombro a Séneca Pretor de la ciudad y en el año 51 lo nombro tutor de Lucio Domicio Ahenobarbo, futuro Nerón.
     Cuando en el año 54, el emperador Claudio murió, y Lucio Domicio subió al poder, Séneca se mofó del antiguo emperador, Claudio, en su obra Apocolocyntosis divi Claudii (Calabazificación del divino Claudio) en la que éste, al ser deificado, acaba, tras una serie de vicisitudes, como un mero burócrata en el Hades. Con Nerón en el poder, que entonces tenía 17 años, Séneca, junto con Sexto Afranio Burro, fue nombrado concejero político y ministro.
     Durante ocho años, Séneca y Burro gobernaron el imperio romano, destacado por ser uno de los imperios más justos de la época imperial, fue modesto pero eficiente; se trató de frenar los excesos de Nerón y de evitar poner poder en las manos de Agripina. Conforme Nerón fue creciendo se fue desprendiendo de la influencia de Séneca y a escuchar concejos de personas arribistas, como Publio Sulio Rufo, quien acusó a Séneca de acostarse con Agripina, causando una campaña de desprestigio en la que Lucio fue acusado de tiránico régimen imperial, extravagancia en sus banquetes, hipocresía y adulación en sus escritos, pero, lo que hizo que Séneca se hundiera, fue sobre todo su excesiva riqueza.
     En el año 59, Agripina fue asesinada por Nerón, marcando el fin de Séneca. Aunque no estuvieron involucrados, Séneca y Burro hicieron una campaña para limpiar el nombre de Nerón, Lucio escribió una carta al senado, en la cual justificaba a Nerón de sus actos, explicando que Agripina había conspirado en contra de su hijo.
     Cuando, en el año 62, Burro murió, la situación de Séneca en el poder se volvió muy tensa. La campaña le privo de la cercanía del emperador, el cual, estaba rodeado de aduladores y arribistas, que con el tiempo comenzarían a pensar de desembarazarse de su tutor. Ese mismo año Séneca pidió a Nerón retirarse de la vida pública, y le ofreció toda su fortuna. El retiro le fue concedido, pero, la fortuna no fue aceptada hasta años después; y con esto consiguió retirarse de la corte romana; y en compañía de su segunda esposa Paulina, viajó por el sur de Italia. Al tiempo que viajaba comenzó a redactar las Cartas a Lucilio, una de sus obras más famosas.
     Aun después de todo Séneca no estaba seguro, ya que en sus últimos años tuvo un intento de envenenamiento, frustrado sólo por la dieta que llevaba Séneca. En el año 65 se acusó de estar implicado en la conjura de Pisón contra Nerón, lo que le llevo a su muerte.
      Séneca, probablemente, es uno de los pocos filósofos romanos que siempre ha gozado de gran popularidad; sus obras se pueden dividir en cuatro apartados: los diálogos morales, las cartas, las tragedias y los epigramas. Su filosofía no esta en un solo libro, si no que esta presente en todas sus obras, en pequeñas dosis.
     Entre las obras más representativas de Séneca se encuentra Medea, en dicha obra Medea, personaje principal, es una mujer fuerte, fiera y decidida, a la cual se le atañen varios crímenes, crímenes que ella asegura los cometió por amor, razón por la cual se le destierra de Corinto, ciudad en la cual están refugiados Jason, Medea y sus dos hijos; y a Jason, se le ofrece casarse con la hija de Creonte, rey de Corinto; Jason alega que se casa para proteger a sus hijos, pero Medea no le cree y decide vengarse:
   ¡Se va!... ¡Y así me deja!¡Así se olvida de mí, de mis tormentos, y de tantas  pruebas de amor y beneficios tantos! ¡A que funestos crímenes me lanza! ¿Ya de mi no se acuerda? ¡Oh, ya nunca te podrás acordar! Vamos, prepara tus recursos, Medea, tus malicias y todo tu poder. Al fin alcanzas conocer bien el crimen, como fruto de tantos como has hecho siempre impávida disponte ya al castigo no esperado; hiere en el sitio donde no se aguarda
Ni la defensa de previene. Ahora  la astucia no me sirve; es recelada.
                                                                                                                        Medea, p.31, 32.
     Medea termina matando a la futura esposa de Jason, a Creonte, y también a sus propios hijos, y todo por despecho a Jason, que habiéndole hecho antes una promesa, la abandona por Creusa. Al final de la obra Medea termina huyendo en un carro alado por dragones, con la amenaza de Jason que haya a donde va no existen los dioses a los que tanto ella venera.


María Eugenia Juárez Gascón.

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